En el curso de estos últimos años, los países hispanoamericanos han venido celebrando con singular júbilo el sesquicentenario de sus independencias nacionales. El pensamiento de sus más altos valores humanos ha enriquecido la historiografía de nuestra América, y ha venido a confirmar en sentido crociano, que toda nuestra Historia es también hazaña de libertad. Nuestra lucha se agita contemporáneamente, pues cada día conquistamos y reconquistamos nuestra libertad. El hombre de nuestras naciones todavía se debate en servidumbres y esclavitudes, mas su libertad y dignidad son valores permanentes.